miércoles, 3 de julio de 2013

Todo sobre Niños Limítrofes

NIÑOS LIMÍTROFES

Son infantes con una inteligencia menor al promedio, pero su condición es tan imperceptible, que son confundidos con otras discapacidades como el déficit atencional, el aprendizaje lento y lo que es peor, con la flojera. Mal diagnosticados, terminan siendo marginados del sistema educacional tradicional y muchos abandonan el colegio antes de completar la enseñanza básica, aun cuando con una correcta estimulación, pueden sobreponerse sin contratiempos a su limitación.


Porro o flojo. Bajo estos apelativos conviven en colegios muchos niños que no galopan al ritmo de sus compañeros. Les cuesta entender, sus libretas se cubren de rojo, repiten y finalmente terminan siendo marginados del sistema escolar.
Pero muchos de ellos no sustentan su mal desempeño en la flojera, sino en una inteligencia menor que el promedio sin llegar al retardo mental. Estos niños son conocidos como "limítrofes", ya sea por razones orgánicas o de deprivación sociocultural. Tienen entre 70 y 79 de Coeficiente Intelectual (CI; ver infografía al final de la nota).
Por lo general, acuden a colegios convencionales pero terminan siendo discriminados por sus compañeros y por los profesores intentando que "entiendan la materia" sin buenos resultados.
Según la siquiatra y académica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, Livia González, en un curso normal de enseñanza básica es posible encontrar hasta un 25% de niños normal lento o limítrofes.
A juicio de la profesional, están subdiagnosticados y por lo mismo no son tratados de la mejor forma. Incluso, a veces son considerados como alumnos con déficit atencional, pero su problema responde a una variable intelectual.
Estos niños representan un verdadero desafío para el sistema educacional, porque tienen dificultades significativas para adaptarse a las exigencias de una escuela común pero no se benefician de una escuela especial. La fórmula perfecta, según los especialistas, es que asistan a una escuela normal pero con herramientas y apoyo especial.
Genética o falta de estímulo
Según el sicólogo y doctor en ciencias de la educación, Mario Morales, las definiciones de niño limítrofe y con aprendizaje lento, tienen connotaciones distintas. "El primero tiene una base sicométrica por cuanto se genera a partir de los test de inteligencia. El segundo está definido desde criterios pedagógicos y educacionales y tiene una mayor lentitud para aprender en comparación con la mayoría de los niños del mismo nivel escolar y sociocultural", explicó.
Un niño de aprendizaje lento puede ser además un niño limítrofe. De hecho, según explica la doctora González, mucho niños se descubren limítrofes al ser tratados por su velocidad de aprendizaje.
A su juicio, son muchas las razones biológicas y de contexto ambiental, que pueden determinar que un niño sea limítrofe, como la falta de estimulación, la inteligencia de los padres, madres alcohólicas o drogadictas o una mala alimentación durante el embarazo.
Para Rosa Peña sicopedagoga, magíster en educación y especialista del centro de aprendizaje Ceril, los niños limítrofes tienen muchas más dificultades en el colegio que aquellos niños con trastornos específicos del aprendizaje (dislalia, dislexia y otros).
"El niño limítrofe ha vivido en condiciones más precarias desde el punto de vista de la alimentación y desde la estimulación temprana. Son niños fruto de la deprivación sociocultural, de la pobreza, nacen en un nivel desposeído y se va consolidando un desarrollo cognitivo más retrasado" (aunque también algunos de estos niños alcanzan esta condición producto de un accidente).
Prevención e integración
Los especialistas coinciden en señalar que la solución pasa por la prevención desde el embarazo, una buena alimentación y una adecuada vinculación madre hijo, para que el niño se sienta querido y estimulado durante su desarrollo.
La siquiatra Livia González, señala incluso que iniciar una estimulación en primero básico es muy tarde porque el principal desarrollo neuronal se da entre el nacimiento y los dos años. En esta etapa, "se está construyendo el cerebro y todo lo que implica las relaciones entre las neuronas dendríticas que son los que te dan la inteligencia".
La sicopedagoga Eugenia Peña coincide en la conveniencia de prevenir antes del nacimiento y agrega que existen elementos para que sean tratados cuando son preescolares, como el reforzamiento de patrones sicomotores.
A juicio del sicólogo y sicopedagogo Mario Morales, el sistema educacional presenta serios problemas para tratar a estos niños, al no poseer estrategias que permitan mejorar su rendimiento y aprovechar los contenidos tratados.
Aunque reconoce que en los últimos años ha habido un movimiento de integración de niños con déficit intelectual, sensorial y motor a escuelas normales, "son pocas las que desarrollan un programa eficiente de integración debido a la falta de métodos de enseñanzas para estos niños".
Además, la presión que el sistema escolar ejerce por el buen rendimiento (sistema de medición nacional como el SIMCE) hace que los niños de menor progreso vayan quedando de lado. "En muchos casos a estos niños se les hace repetir de curso pero el niño presenta los mismos resultados al año siguiente", subrayó Morales.
En el Ministerio de Educación replican. El jefe de la división de Educación General, Pedro Montt, señaló que estos niños sí están considerados dentro de la política de integración que lleva adelante el Mineduc. "Hay que atender a los niños de acuerdo a sus necesidades y no como niños promedio. Cada uno tiene necesidades de aprendizaje distintas", dijo.
Explicó que cuando se detecta un caso, las escuelas deben desarrollar un proyecto para atender a estos niños y acudir al Ministerio para obtener más recursos y así lograr que el niño permanezca en la educación formal. "La integración también produce efectos en los niños normales. El que es integrado se siente acogido y no discriminado y el otro aprende a aceptar a los que son distintos, aprende cuestiones tan básicas como la tolerancia", concluyó.
Sin embargo, para la doctora Livia González, los niños limítrofes generalmente abandonan la escolaridad antes de completar la enseñanza básica y se les hace muy difícil llegar a cuarto o quinto básico porque no tienen apoyo ni evaluaciones diferenciales.
Según Peña, "los test para medir la inteligencia son aplicables recién a partir de los seis años. Pero antes de llegar a ellos existen algunos patrones que pueden indicar la condición de limítrofe ya en los preescolares porque se nota en ellos un desarrollo sicomotor y de lenguaje más lento", finaliza.
Círculo vicioso
Los sectores desposeídos consolidan un círculo vicioso en esta condición. Los niños no tienen estímulo y se les margina de las escuelas. Con poca educación, consiguen trabajos menores de mala paga, traspasando sus dificultades a sus hijos, que van a tener menos acceso a la alimentación y a estímulos. Por ello en los países más pobres hay más niños limítrofes y en los colegios de estratos altos no hay tantos como en los de comunas pobres. Además, los primeros hacen pruebas de selección, marginando inmediatamente a los niños limítrofes.
Un estudio determinó el C.l. de niños pertenecientes a tres grupos socioeconómicos. En el primero, de clase media acomodada, se pudo comprobar que el 97% tenía coeficiente normal. El segundo grupo de hijos de obreros con trabajo especializado y estable, mostró también que el 95% tenía un desarrollo intelectual normal. Pero en un tercer grupo de niños provenientes de familias que vivían en una población marginal, sólo el 50% tenía un intelecto normal.
Apoyo: clave del éxito
En abril y bajo el alero de la Universidad Católica Cardenal Raúl Silva Henríquez el sicólogo y doctor en ciencias de la educación, Mario Morales Navarro, lanzó un texto con algunas claves para apoyar exitosamente a los niños de aprendizaje lento.
Parte del texto se refiere a la experiencia que tuvo en nueve cuartos básicos de cinco escuelas en las que aplicó un test de rendimiento intelectual pudiendo comprobar que los de aprendizaje lento son capaces de superar sus problemas si son apoyados de acuerdo a sus particulares condiciones de percepción de estímulos, herramientas verbales, dificultades en la precisión y exactitud, e impedimentos en las relaciones espacio-temporales, entre otras ayudas.
Datos
-Niño limítrofe: tiene un CI menor al promedio sin llegar al retardo (entre 70 y 79 de CI).
-De aprendizaje lento: niños que académicamente son más lentos que el promedio.
-Niños con problemas específicos de aprendizaje: teniendo un CI normal, tienen dificultades específicas como la dislalia (problemas de expresión), dislexia (problemas de escritura) o discalculia (problemas de cálculo).



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